Un error no se puede tapar con una mentira
El grave error del Ayuntamiento de
Cacabelos, que envió al Ministerio de Hacienda dentro del plan de
financiación a proveedores facturas que ya habían sido abonadas, ha
acabado por evidenciar una maniobra de su alcalde Adolfo Canedo que no
es tolerable para un cargo público. Tras detectarse este error, acusó en
rueda de prensa a las empresas de intentar volver a cobrar un dinero
que ya habían percibido, en una operación que lo único que pretendía
tapar era el fallo propio, el haber tramitado mal las facturas ante
Hacienda. Con esta acusación contra un grupo de proveedores se puso en
la picota a todas aquellas empresas y autónomos que prestan servicios
para este municipio.
Su osadía fue incluso mayor porque en esa rueda de prensa, cuando fue
preguntado por las empresas implicadas en lo que al final no era más
que un error propio, Canedo emplazó a los vecinos al próximo Pleno para
darlas a conocer. Pero ahora parece que en ese Pleno lo que tendrá que
hacer el regidor es dar explicaciones a sus vecinos sobre toda esta
operación montada para eclipsar su propio error. Y está obligado a pedir
disculpas por haber mentido tanto a la ciudadanía como a las empresas a
las que puso en la picota.
De momento ni siquiera ha corregido públicamente su error y es DIARIO
DE LEÓN quien lo aclara hoy en sus páginas. Un caso así deja muy tocada
la credibilidad de un alcalde. Muchos tras mentir han dejado los
cargos. Quizás sea la decisión más sabia en un caso tan grave.